18 de julio de 2008

De vuelta en casa

     Por fin, después de algunos meses fuera con algunos asuntillos que tal vez cuente una de estas tardes, vuelvo a la isla. Parece que todo está en su sitio. He ido a visitar el Árbol de la Flecha, y sigue la flecha donde debe estar. El General también está en su sitio. Este año no se ha movido, no ha querido. Debe estar haciéndose mayor, claro que 356 años es una buena edad para una estatua de bronce.


    Veo que Sallie, la salamandra, ha estado contando algunas cosas de la isla. No os fieis mucho de ella: suele añadirle mucha literatura a todo lo que cuenta. Es muy exagerada para ser sólo una salamandra, pero sí es cierto que sin ella la isla no sería la misma. A veces he llegado a preguntarme si no será ella el espíritu de esta isla y porqué no lleva su nombre...


    También veo con regocijo que el pirata Coq no ha vuelto a aparecer por aquí, pero me intranquiliza el no saber nada de él durante mucho tiempo. Él está empeñado en que bajo esta isla hay un inmenso tesoro, pero para llegar a él debe dejarla hueco del todo. Y nunca se da por vencido.


    Por cierto, qué desconsiderada por mi parte. No me he presentado; soy Lula, pero podéis llamarme como todos por aquí: tía Lula. Para lo que queráis...

3 de julio de 2008

Florinda Melodías




    Es curioso cómo un nombre puede condicionar tu vida. Florinda Melodías siempre había sido una niña de voz dulce, tono suave y timbre sensual. Ahora, en su madurez, Flori es la voz de la isla para la isla. Ella se encarga de contarnos, a través de su cadena de radio, todos los acontecimientos importantes de la ciudad. Ella es la que nos avisa de las “cenas Lula”, o de cuando hay una boda, un nacimiento, una reunión de vecinos,.... Casi todos aquí conocen desde siempre la gran antena de radio que Flori plantó en el jardín de su casa un día de hace muchísimos años, y que fue creciendo con el paso del tiempo hasta convertirse en algo parecido al “faro de isla Lula”; la construcción más alta de todos los alrededores.


    Ella comienza la emisión a las ocho de la mañana. Nos cuenta alguna noticia importante, como por ejemplo que se anuncian nevadas y que tengamos preparados los gorros con orejeras y las dos máquinas quitanieves apunto; después suele tener invitados de por aquí que nos cuentan cosas divertidas sobre su vida, o nos regalan algún consejo sobre cocina o sobre cómo pescar las truchas más grandes en el río…; cada uno comparte con los demás lo que tiene y sabe. “Las mañanas de Flori en la isla” suelen terminar con algún fragmento de un libro, o alguna reflexión…, y, por supesto, música. Mucha música de la de verdad. De la que te ayuda a continuar con la vida con un poco más de optimismo.


    Después de algunos meses sin nuestra cadena de radio local, por fin esta mañana hemos vuelto a tener la voz de Flori en la isla…