26 de septiembre de 2008

Cena Lula


Por fin hemos tenido una cena Lula, después de mucho tiempo.

Este año parece ser que todos estaban ansiosos, por eso ha costado menos trabajo recoger las luciérnagas necesarias para iluminar la plaza central de la isla.

Hemos cenado tres veces, bailado, cantado, reído y, por fin, después de que el General haya optado por no moverse este año tampoco de su lugar, la tía Lula se ha sentado en el centro de todos, bajo la estatua, y nos ha contado la historia de Nevi. Cómo lo rescató de las mazmorras de la isla de los piratas, donde el capitán Coq lo tenía prisionero por haberle robado la pata de palo para evitar que saqueara una granja de campesinos donde él, aún siendo casi un cachorro, vivía. Por desgracia no lo consiguió.

Por suerte, la tía Lula andaba cerca y como aquellos campesinos eran amigos suyos, en su memoria, decidió que Nevi seguiría guardando algo más que una pequeña granja, y lo trajo a la isla.

Hay algo que ella no ha contado, pero que yo sé porque a menudo hablo con nuestro guardián: la tía Lula le concedió unos poderes que ningún perro tiene. Unos poderes que le hacen ser capaz de oler el peligro con días de antelación y algunos otros que aún no ha tenido que usar y que nadie conoce salvo Lula, Nevi..., y yo.

No hay comentarios: